Tánger es una ciudad fascinante donde se encuentran la historia, la cultura y el encanto mediterráneo. Explora sus calles animadas, empápate de su atmósfera cosmopolita y déjate seducir por sus magníficos paisajes costeros. Desde sitios históricos hasta mercados coloridos y la deliciosa cocina local, Tánger ofrece una experiencia única para cada visitante. Ven y descubre la esencia vibrante de esta ciudad dinámica y déjate cautivar por su atmosfera encantadora.
Este museo ahora se encuentra en Dar El Makhzen, que solía ser el palacio del sultán. Acaba de ser renovado. Se destaca la historia de la región desde tiempos prehistóricos hasta el siglo XIX. Solo el francés y el árabe están bien representados en las exposiciones. Recorre el primer patio en sentido contrario a las agujas del reloj antes de entrar para ver el resto de las presentaciones, luego da un paseo por el encantador jardín andaluz.
El mosaico de Venus de Volubilis, la escultura y los enormes mapas réplica son algunos de los puntos destacados. El segundo es un impresionante mapa del mundo conocido creado en Tánger en 1154 (pista: está al revés desde la perspectiva del espectador). El primer mapa muestra las rutas comerciales desde el comercio fenicio de metales hasta los bienes electrónicos del siglo XXI. El museo está ubicado dentro de la medina; para llegar allí, camine alrededor por el exterior hasta el punto más occidental y más alto de la ciudad. Luego, entre por la puerta de Bab Kasbah y siga por la carretera hasta el museo.
Este museo, ubicado en una elegante mansión de cinco pisos, es imperdible porque Marruecos fue el primer país en reconocer a los Estados Unidos al abrir sus puertos a la joven nación en 1777. Este museo es el único Sitio Histórico Nacional de los Estados Unidos en suelo extranjero.
Hay algunas exposiciones peculiares, como una alfombra marroquí con estrellas y rayas al estilo de Estados Unidos y una carta de un desafortunado cónsul estadounidense que recibió dos leones como regalo diplomático en 1839. El museo también cuenta con una impresionante colección de pinturas que ofrecen una visión del pasado de Tánger vista a través de los ojos de sus creadores, incluida la llamada Mona Lisa marroquí, una pintura hipnótica de la chica de servicio de James McBey, Zohra, por el escocés. Hay un ala en honor al autor estadounidense Paul Bowles y una pequeña librería.
Algunos de los puntos destacados son las estatuas, el mosaico de Venus de Volubilis y los enormes mapas réplica. El primer mapa muestra las rutas comerciales desde el comercio fenicio de metales hasta el comercio de bienes electrónicos del siglo XXI, mientras que el segundo es un impresionante mapa del mundo conocido creado en Tánger en 1154 (pista: está al revés desde la perspectiva del espectador). El museo está ubicado dentro de la medina; para llegar allí, sigue el perímetro hasta el punto más occidental, que también es el punto más alto de la ciudad. Luego, entra por la puerta de Bab Kasbah y la carretera te llevará al museo.
El Grand Socco, una amplia plaza en pendiente rodeada de palmeras y con una fuente central frente a la puerta en forma de cerradura de Bab Fass, es la entrada romántica a la medina. El círculo empedrado, que alguna vez albergó un mercado significativo, hoy funciona como punto de encuentro para taxis y como frontera entre el presente y el pasado.
Sube las escaleras hasta lo que los lugareños simplemente llaman La Terrasse, en el punto más alto del círculo, frente a la enorme estructura beige (la comisaría de policía), para disfrutar de la mejor vista desde el nivel del suelo. En un café aquí, la gente disfruta jugando al croquet todo el día (un juego de mesa español muy popular). Viniste aquí para uno de esos momentos surrealistas en los que sientes como si hubieras entrado en un set de película.
La medina, el principal atractivo de Tánger, es un laberinto de pasajes residenciales y comerciales. Está rodeada por las murallas defensivas portuguesas del siglo XV, aunque la mayoría de las estructuras son bastante modernas para una medina marroquí. El área está llena de hallazgos para los viajeros y ofrece una ventana a la vida tradicional. Lamentablemente, aquí más que casi en cualquier otro lugar de Marruecos, los vendedores locales pueden ser una molestia.
En cuanto al tráfico de drogas y todo tipo de prostitución, esta fue una vez la intersección más famosa de Tánger. Hoy en día hay muchos turistas, fachadas recién pintadas y una encantadora plaza para observar a la gente mientras se disfruta de un té de menta.
Una de las anomalías más encantadoras de Tánger es la Iglesia de San Andrés. El interior de esta iglesia anglicana, terminada en 1894 en un terreno proporcionado por el sultán Hassan, está decorado en estilo fassi alto, con el Padre Nuestro en árabe sobre el altar. Una grieta con versos coránicos tallados en piedra está ubicada detrás del altar y apunta en la dirección general de La Meca.
El cementerio merece la pena visitarlo. Hay un memorial en honor al Squadron Leader Thomas Kirby Green, uno de los prisioneros de guerra que fue asesinado durante la "Gran Evasión", así como al periodista, explorador marroquí y aristócrata tanjaui Walter Harris, quien está enterrado aquí. También hay una zona sombría con sepulturas de guerra para tripulaciones aéreas completamente derribadas, con sus lápidas hombro con hombro. Yassine, el cuidador, está constantemente de guardia y estará encantado de ofrecerte un recorrido.
Antiguamente había 27,000 ciudadanos judíos y 17 sinagogas en Tánger. La única sinagoga aún abierta al público es la sinagoga Nahon, aunque es un edificio impresionante. Sobre el santuario principal, cuelgan intrincadas luces de bronce, y cortinas color vino cubren la Torá (Biblia hebrea) sobre el bema (escenario). Arriba, hay una exhibición de ketubot (contratos matrimoniales) de parejas que se casaron aquí.
Una antigua sinagoga ahora alberga este fascinante museo. Encontrarás una espaciosa cámara de dos pisos con una interesante exhibición de imágenes en blanco y negro de Tánger de los siglos XIX y XX. Mientras tanto, es posible que el centro esté organizando una función de teatro infantil. El museo también funciona como taller para niños desfavorecidos, lo que da vida a la exhibición estática.
